Rusia anuncia desplegará misiles “si es necesario” tras romper el compromiso nuclear con EEUU

 

Rusia anunció este lunes que ya no se considera sujeta a ninguna limitación para desplegar misiles de corto y medio alcance, lo que representa un giro significativo en su política militar y marca un nuevo capítulo de tensión con Occidente.

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que Moscú “ya no se considera limitada por nada” y que tiene derecho a tomar “las medidas apropiadas, si es necesario”. En su habitual conferencia de prensa, afirmó que “Rusia ya no tiene ninguna restricción en este asunto” y agregó que “las decisiones sobre este delicado asunto no se harán públicas”, en referencia al carácter reservado de este tipo de despliegues militares.

El anuncio se produjo horas después de que el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso oficializara el levantamiento de la moratoria impuesta en 2019 sobre el despliegue de este tipo de armamento, luego de la retirada del país del Tratado INF, firmado en 1987 por la entonces Unión Soviética y Estados Unidos. Moscú abandonó formalmente el acuerdo un día después de que lo hiciera Washington en agosto de 2019.

Según el comunicado de la Cancillería rusa, “la Federación Rusa no se considera más ligada por las limitaciones que se impuso en el pasado”, dado que “las condiciones para mantener esa moratoria han desaparecido”. En ese sentido, el gobierno ruso responsabilizó a Estados Unidos y a sus aliados por lo que considera una carrera armamentista en marcha, y aseguró que su propuesta de establecer una moratoria recíproca fue ignorada.

El Kremlin señaló que había planteado tanto a la OTAN como a los socios regionales en Asia-Pacífico un acuerdo para evitar la proliferación de misiles de corto y medio alcance, pero no obtuvo respuesta. Según el Ministerio de Exteriores, “Estados Unidos y sus aliados no solo anunciaron abiertamente sus planes de emplazamiento de misiles de corto y medio alcance en diferentes regiones, sino que avanzaron significativamente en la implementación práctica de sus intenciones”.

La tensión entre ambos países se incrementó tras el anuncio reciente del expresidente Donald Trump sobre el despliegue de dos submarinos nucleares en respuesta a lo que calificó como una amenaza rusa. Tres días después, Moscú dio por terminado su compromiso unilateral de no desplegar misiles de este tipo. El presidente Vladimir Putin ya había anticipado este escenario en diciembre pasado, cuando advirtió que Rusia podría levantar la moratoria si se incrementaban las acciones militares de Estados Unidos.

En paralelo, Moscú reaccionó a las declaraciones de Trump sobre las relaciones energéticas entre India y Rusia. El expresidente estadounidense amenazó con imponer aranceles si Nueva Delhi no suspende sus compras de petróleo ruso. Peskov calificó esas amenazas como “ilegítimas” y defendió el derecho de los países a mantener relaciones comerciales libres. “Es inaceptable obligar a los países a romper sus relaciones comerciales con Rusia”, afirmó, subrayando que Moscú continuará fortaleciendo sus lazos con los países asiáticos pese a la presión de Washington.

El tratado INF, suscrito por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov en 1987, fue considerado durante décadas uno de los pilares del control de armamento en la era posterior a la Guerra Fría. Prohibía el desarrollo, producción y despliegue de misiles terrestres con rangos de entre 500 y 5.500 kilómetros. Desde su disolución, no existe un marco legal bilateral entre ambas potencias que limite la proliferación de este tipo de misiles.

Actualmente, el único acuerdo vigente en esta materia es el tratado Nuevo START, que limita la cantidad de ojivas nucleares estratégicas desplegadas por Estados Unidos y Rusia. Este acuerdo está vigente hasta febrero de 2026. Sin embargo, Moscú suspendió su participación en los mecanismos de inspección en 2023 tras el inicio del conflicto en Ucrania, aunque hasta el momento no ha abandonado formalmente el pacto.

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